Los Secretos

Ecos de Los Secretos en la Sala Revólver

Dom, 05/04/2015 - 15:41 -- Miguel Casas

Este viernes, en la céntrica Sala Revólver tuvo lugar un concierto de lo más especial. Javier Urquijo, miembro fundador de Los Secretos y hermano mayor de Enrique y Álvaro, llegaba a Murcia acompañado por Fito Galiana, y cargado de un repertorio de auténtico ensueño, para ofrecer un repaso a algunos de los temas más conocidos de la mítica banda madrileña y de la historia del mejor pop español.

Y es que, aunque algunos no lo sepan, Javier fue el principal impulsor de Los Secretos hace ya más de 30 años y la persona que animó a sus hermanos menores a participar junto a él en el mismo. Por eso, a pesar de que con el devenir de los años hayan sido Enrique y Álvaro los que -con toda justicia- hayan pasado a la historia de nuestra música, tampoco dejaba de ser justo que reconociésemos el crucial papel que jugó Javier en los inicios asistiendo a su concierto dispuestos a releer con él algunas de las páginas más brillantes de nuestro cancionero reciente.

Así, a eso de las 00:15, de negro y con chaqueta gris, Javier Urquijo subió al escenario para ponerse solo ante una Sala cuya concurrencia, escasa aún, parecía no reconocerle y estar más a otras cosas. A pesar de esta fría acogida, el madrileño, guitarra en mano, comenzaba a hacer sonar los primeros acordes de la velada al tiempo que su voz, casi un leve susurro, trataba de abrirse camino entre el rumor de fondo. Instantes de inquietud fueron estos, que se prologaron algunos minutos dando la impresión de que el recién empezado recital podría zozobrar por momentos.

Sin embargo, cuando la melodía y la voz se hicieron más audibles y todos llegaron a percibir que lo que estaba tocando ese señor era Quiero beber hasta perder el control, las inoportunas conversaciones no solo cesaron súbitamente, sino que la gran mayoría comenzó a tararear y a cantar con el músico su canción. Sin duda, una magia y un milagro que hay que apuntar al alma con la que Enrique Urquijo dotó a sus composiciones y que, pasen los años que pasen y las escuchen los que las escuchen, seguirán emocionando como el primer día a propios y extraños.

Por este motivo, a pesar del comienzo dubitativo, pronto la clientela fue a concentrar su atención en el “desconocido” Javier para reconocer en él el parentesco y la historia, tan familiar en el fondo, que nos había venido a cantar. Y así llegó Te llevaste todo el sol, tema extraído de su disco en solitario. Ya junto a Fito Galiana, pudimos escuchar una versión de Aunque tú no lo sepas, canción de Quique González, pero que popularizó Enrique con Los Problemas. Sin duda la presencia de Galiana a la guitarra sobre el escenario vino a reforzar a Javier y a relanzar el concierto hacia una fase de mayor ritmo. El bulevar de los sueños rotos, No puedo vivir sin ti de Coque maya, y Agradecido de Rosendo, éstas dos últimas cantadas en solitario por Galiana, completaron esta segunda parte del recital que logró definitivamente conectar con un público que, además, había aumentado sensiblemente.

Así, con mejor ambiente y mayor atención, Javier Urquijo volvió a subirse al escenario para tomar los mandos del concierto y cantar Agárrate a mi María, Ojos de gata, una sucesión de tres rancheras que culminó con Échame a mí la culpa de José Ángel Espinoza, Pero a tu lado y El sitio de mi recreo del mítico Antonio Vega. Sin duda este tercer tramo del concierto sería el más emocionante y nostálgico de todos, ya que no sólo tuvo continuas referencias a Enrique Urquijo, sino también un recuerdo especial para Antonio Vega, uno de los mayores genios de nuestra música y cuya amistad le unió estrechamente a los hermanos Urquijo.

De esta manera, con las emociones a flor de piel y sobrepasando ya a la hora de espectáculo, el concierto entró con agilidad en su fase final. Pongamos que hablo de Madrid, Insurrección, Knockin´ on heaven´s door, Ojos de perdida y la última La Calle del olvido pusieron a cantar y, definitivamente, ha bailar a la Sala para completar un recital ciertamente digno y conmovedor. 

Murcia se vuelca con Los Secretos

Vie, 11/09/2015 - 19:05 -- Miguel Casas

Formidable respuesta, la que anoche brindó la ciudad de Murcia a Los Secretos con motivo de su concierto en la Plaza de la Cruz Roja; concierto organizado por la Cadena 100 en una plaza que se quedó pequeña para acoger a las más de 3000 personas que abarrotaron el recinto ferial y que, entre otros, contó con la presencia del mismísimo alcalde del municipio, José ballesta.

Así, con el ambiente de las grandes ocasiones materializándose ya desde una hora antes del comienzo del espectáculo en forma de interminables colas en los accesos, a las 22:30h la banda madrileña encabezada por Álvaro Urquijo saltó al escenario para hacer sonar los acordes de la inmortal Échame a mi la culpa, de José Ángel Espinoza, justo antes de empezar a desplegar gran parte del arsenal de canciones legendarias que atesora.

Margarita, No me imagino, Y no amanece, La calle del olvido, Qué solo estás, Cambio de planes, Ojos de gata, Pero a tu lado, Por el bulevar de los Sueños Rotos, Buena chica… fueron sucediéndose una tras otra y alternándose con algunas canciones de más reciente creación para convertir al respetable en una multitudinaria voz que cantaba a coro tan famoso repertorio mientras, desde el escenario, Los Secretos se entregaban  a su música con la cercanía, el sentimiento y la precisión que siempre les han caracterizado.

Ya en los bises llegaría el turno para escuchar Agárrate a mí María, Déjame y Gracias por elegirme, que fue iniciada haciendo un guiño a Lady madonna, de The Beatles, y con la que se puso el punto final, a eso de la medianoche, a la velada; una velada en la que niños, jóvenes, adultos, maduros, mayores, amigos, novios, matrimonios, solitarios y familias enteras disfrutaron de lo lindo con una banda, Los Secretos, que ha logrado unir a generaciones enteras en torno a su música y a su estilo.

Por eso Los Secretos hoy, 35 años después de su nacimiento, con Jesús Redondo en los teclados, Ramón Arroyo a la guitarra y Álvaro Urquijo a la voz, resulta ser un grupo plenamente vigente y reconocible. Sin embargo, si hay una figura que jamás debe omitirse al hablar de Los Secretos porque trasciende el tiempo y la distancia, esa es la de Enrique Urquijo, personalidad compleja y compositor genial que fue capaz de hallar en los abismos del alma humana los motivos para crear algunas de las más profundas y hermosas canciones que se hayan escrito en nuestra lengua. Y quizá sea por eso, por haber sido capaz de dotar a sus composiciones de la verdad con la que vivió su vida, que sus canciones jamás morirán, y él siempre vivirá a través de aquellas haciendo perdurar su memoria y su música de generación en generación. 

Galería de fotos

Los Secretos y Mikel Erentxun: madurez, divino tesoro

Crear: 05/22/2023 - 03:54

Desafiando una vez más a la amenaza de lluvia y triunfando sobre ella, este pasado jueves las fiestas de Mayo de Alcantarilla volvieron a encender sus luces de neón para ofrecer una de las veladas más esperadas de su variada programación de 2023, la que traería al recinto ferial de Entrevías a dos auténticas leyendas del pop español: Mikel Erentxun y Los Secretos.

Así, a eso de las 23:15h y ante más de dos mil personas que no tardarían en multiplicarse, Mikel Erentxun, arropado por una banda de ensueño formada por  Karlos Arancegui a la batería, Fernando Neira al bajo, Rubén Caballero a la guitarra y Mikel Azpiroz a los teclados, arrancó con decisión su actuación haciendo sonar los acordes de “Cicatrices” para, a continuación brindar una sucesión de temas tan memorables como  “A tientas”, “Mañana”, “Esta luz nunca se apagará” o “Rozando la eternidad”.

De este modo, haciendo las delicias de las tres generaciones congregadas frente al escenario, el músico donostiarra ofrecería un concierto que, enmarcado aún en la gira de su último disco, el recopilatorio de toda su carrera “Amigos de guardia”, 2021, brindaría al respetable una ocasión casi única de repasar junto a Erentxun una cuidada selección de los que han sido algunos de los grandes éxitos que han jalonado su reconocida trayectoria, primero al frente de Duncan Dhu y desde 1992, ya en solitario, hasta nuestros días.

En consecuencia, disfrutando de un Mikel Erentxun de cabellos plateados que se mostraría radiante -feliz, cómplice y pletórico en todo momento-, el recital avanzaría raudo y sin dar tregua hasta alcanzar su punto culminante merced al póker de ases que lanzó el txuri-urdin sobre el tapete de la noche murciana: “Una calle de París”, “Esos ojos negros”, “Cien gaviotas”, y “Jardín de rosas”; canciones todas ellas que, sonando más lentas -en clave íntima- adquirieron una pátina de madurez y autenticidad con la que brillaron con renovada intensidad.

Finalmente, a las 00:15h y con el público cantando a voz en grito la épica “En algún lugar”, Mikel y los suyos concluirían por todo lo alto el primer asalto de la velada. En rigor, un concierto mayúsculo en su ejecución y desarrollo al que como único pero cabría achacarle su duración -una hora exacta-, ya que, aunque a todos satisfizo, también dejó con ganas de más dada la talla del protagonista y su cancionero.

Más adelante, operados los cambios oportunos sobre las tablas y ante las más de cuatro mil personas con las que ya había terminado el anterior recital, a las 00:40h llegaría el turno de Los Secretos, legendaria banda madrileña que, en activo desde 1978, ha sido capaz de contar durante más de cuatro décadas con el beneplácito y el cariño del público en todos los rincones de España gracias a la profunda humanidad que transmiten sus canciones: siempre cuidadas en lo musical, elaboradas en sus textos y verdaderas en su esencia más pura.

De esta forma, poniendo en liza uno de los repertorios más sobresalientes y vastos de la historia de nuestra música, la soberbia banda capitaneada por Álvaro Urquijo comenzaría con los emocionantes acordes de “Buena chica” un concierto que pronto se convertiría en una auténtica fiesta musical. No en vano, haciendo sonar títulos como “La calle del olvido”, “Colgado”, “Y no amanece”, o “Quiero beber hasta perder el control”, Los Secretos culminarían una primera mitad de recital impecable.

Entonces, invocando al espíritu -siempre presente- de Enrique Urquijo con esa canción inmensa que es casi una oración, “Pero a tu lado”, el concierto se adentraría con la carne de gallina y los brazos al cielo en su fase definitiva de la mano de temas tan conocidos y reconocidos como “Ojos de gata”, “Por el bulevar de los sueños rotos”, “Agárrate a mí María” o “Sobre un vidrio mojado” para, ya en el bis y con el público completamente entregado, rematar la velada con la indiscutible “Déjame”.

Y así, finalizada la cita a las 2:10h y con la imagen en las retinas de un grupo de quinceañeras coreando el “Déjame” de Los Secretos, sería inevitable salir del recinto con la íntima alegría de haber visto a dos músicos gigantes a los que el paso del tiempo, lejos de marchitarlos, les ha hecho atesorar la maestría, la pausa y la sabiduría que solo da la madurez; divino tesoro que, cuando se acepta con naturalidad y sin temor, permite liberarse y conectar con cualquiera de cualquier generación.

Suscribirse a Los Secretos