pub Ukelele

Dios los cría, y ellos se juntan

Dom, 29/03/2015 - 21:55 -- Miguel Casas

En pocas ocasiones podríamos utilizar este conocido refrán, que hace referencia a la inclinación natural que lleva a juntarse a los de un mismo genio y temperamento, con mayor pertinencia que para aludir a la unión de los tres grandes músicos que, sobre el escenario del pub Ukelele, tuvo lugar en la noche de ayer. Y es que cartel del concierto anunciaba: Emilio Chicheri, Santiago Campillo y Slim Gómez; casi nada al aparato... Por eso, ante semejante concentración de talento y maestría por metro cuadrado, nuestro lugar no podía estar en otro sitio que entre el público que se congregase en el local para captar y dar testimonio de todo lo que sucediera.

Así, bien pertrechados con nuestros artilugios y, definitivamente, listos para el blues, irrumpimos en el conocido pub del Polígono Oeste de Alcantarilla a eso de las 23:30h para observar, antes de nada, cómo la concurrencia, algo escasa aún, comenzaba a arremolinarse en torno a las barras y cómo los tres protagonistas de la cita departían, distendida y amablemente, con cuantos se acercaban a saludarles. Sin duda, todo un ejemplo de lo que siempre debería ser el ambiente previo a un concierto, y que anoche fue propiciado no sólo por la cercanía de los músicos, sino también por el respeto del público.

Unos treinta minutos más tarde, a eso de la medianoche, y ya con un auditorio bastante más nutrido, el espectáculo dio comienzo. Chicheri, flanqueado por las guitarras de Gómez y Campillo cantaba Salgo a buscarte ahora, un blues lento y melancólico que, a base de los magníficos punteos de los guitarristas, se iba hasta los ocho minutos para cautivar a un público enmudecido por la atención. A continuación el ritmo se fue a animar con la clásica El tren y la nueva Llévame otra vez a Menphis, cantada por Slim Gómez. Más tarde llegaría el turno de Santiago Campillo para poner voz al mítico tema Desconfío del argentino Pappo Napolitano con el que los tres músicos iban a cerrar lo que podríamos llamar el arranque del concierto.

A partir de entonces, comenzaron a sucederse los temas que habrían de componer el grueso del recital. Unos temas entre los cuales destacaron la graciosa Mi perro ricky y yo, la aclamada Ponme otro whisky, mañana te lo pago, la sinuosa Loco por ti, la arrolladora Mi guitarra y el blues, o una brillante versión de Jonnhy B. Good cantada  en español por Campillo entre otras muchas. En definitiva, toda una colección de canciones a través de las cuales fuimos recorriendo algunos de los hitos más celebrados de las trayectorias de estos tres músicos de leyenda. Así, blues, blues, blues, rock and roll, swing, rockabilly y hasta tango fueron “desparramando acordes” para poner al público a cantar y a bailar durante las más de dos horas que iba a durar esta cita inexcusable.

Al final, entre las muchas reflexiones que nos podría haber dejado el espectáculo, nos quedamos charlando sobre lo que es el tan traído “triunfo” en la música. Sin duda, para los que tienen un concepto más profundo y personal de la música, el triunfo no es otra cosa que poder convertirla en una forma de vida y dedicarte a ella con todo el amor, la honestidad y la calidad que muestran músicos de la talla de Slim Gómez, Emilio Chicheri o Santiago Campillo. Tres talentos que, además, han sido pioneros en la adaptación de los ritmos del Blues, en el caso de Slim y Chicheri, y del Rock sureño americano, en el caso de Campillo, a la realidad española contribuyendo así al engrandecimiento y el enriquecimiento de nuestra cultura musical. Por todo esto, tuvimos que acabar concluyendo, una vez más, que el verdadero triunfo es el que cosechan cada día los que logran dedicarse en cuerpo y alma a aquello que aman trascendiendo la fama y la vanagloria que a tantos parece deslumbrar.

Quizá por esta mezcla de sensaciones tan positivas que experimenté durante el concierto, y quizá llevado en exceso por la animación del momento, ocurrió que me planté ante la barra y le dije confiadamente al barman: “póngame un whisky, mañana se lo pago”. Lo cierto es que no coló, al fin y al cabo no soy Slim Gómez, pero había que intentarlo…

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Temas Incómodos presentan "Alicia en ningún lugar" en el Pub Ukelele

Lun, 22/02/2016 - 08:14 -- Miguel Casas

Este viernes, huyendo de la traicionera y devoradora comodidad del sofá, el televisor y la calefacción, decidimos ser fieles a nuestra naturaleza inquieta largando velas y poniendo rumbo al pub Ukelele del Polígono Industrial Oeste, donde a eso de las 23:00h estaba anunciado el concierto de presentación oficiosa de Alicia en ningún lugar, segundo trabajo de estudio –y primer LP- de la banda murciana Temas Incómodos.

Así, poco después de la hora marcada y ante una sala que mostraba una alta entrada de público, el espectáculo de Temas Incómodos comenzaría rendido al protagonismo de las voces de Xema Ros y los teclados de Jesús Peñarrubia para acabar desarrollando una fase inicial en la que fue la formación al completo la que acabó brillando a base de temas intensos y rotundos como El orden de los factores, Inmortal, o Una de tantas guerras.

De esta forma, con el concierto alcanzando su velocidad de crucero y los músicos trazando las líneas de ese pop-rock actual, variado y rico en matices tan característico del sonido de Temas Incómodos, la banda encabezada por el hiperactivo Xema Ros llegaría al ecuador de su repertorio con la fantástica Alicia que, además de ser el tema que da título al trabajo que se presentaba, sirvió para que la formación realizara una ejecución instrumental que resultó verdaderamente memorable

Encarando la fase decisiva del recital, y con Xema Ros haciendo gala de sus buenas cualidades gimnásticas al acometer nada menos que un salto mortal hacia atrás en plena actuación, llegarían canciones como La tormenta perfecta o Barreras –primer sencillo del nuevo álbum-, justo antes de que sonara, ya en los bises, la tarantiniana Jack Rabbit slim´s para cerrar a las 00:25h un concierto que resultó entretenido, interesante y hasta sorprendente. 

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Santiago Campillo y Emilio Chicheri, Rock a todo gas en el Pub Ukelele

Lun, 14/03/2016 - 09:40 -- Miguel Casas

Este pasado viernes, ya caída la noche sobre la ciudad, decidimos arrancar motores y salir a la carretera -la Carretera sin final- para responder a la llamada del rock y el blues, o, lo que es lo mismo, para acudir al concierto de Santiago Campillo y Emilio Chicheri programado por el Pub Ukelele aún dentro de la extensa gira de presentación del último disco del genial guitarrista murciano.

Así, con el ambiente alcanzando unos niveles más que aceptables en el interior del conocido local del Polígono Oeste, la velada daría comienzo, a eso de las 00:05h, cuando Santiago Campillo, a la cabeza de su trío, hizo sonar los inconfundibles acordes de Fina, de Leño, a los que se unirían más tarde los de No me creo na, de factura propia, y los de El hijo del vudú, versión española de Voodoo child, para trazar lo que fue un comienzo verdaderamente arrollador en el que destacó la potencia que le imprimió al sonido de la formación el batería Joaquín Bermejo, Mini Drums.

De esta forma, con la banda lanzada completando lo que fue un memorable primer tercio de concierto, el espectáculo se adentró en una segunda fase que estaría marcada por el protagonismo de Emilio Chicheri, mítico líder de Acequia y Los Trotacarreteras, que, a través de temas como Listo para el blues, El tren, Hola Mary, Loco por ti, o Tardes del Malecón, ofreció un breve, pero certero e intenso, repaso a su carrera. Repaso que acabaría con un guiño a su trayectoria con los Bluesfalos merced a la interpretación de la lenta, profunda y emocionante Salgo a buscarte ahora.

Más adelante, y con los ecos de los aplausos con los que el público despidió a Chicheri aún resonando en la Sala, Santiago Campillo volvería a asumir la voz cantante para enfilar una larga recta final de concierto en la que recorrimos el LP, Carretera sin final, de la mano de canciones como Alfonso, la homónima Carretera sin final, Sola, y Niculina la salvaje, antes de que llegaran Un buen momento y, en los bises, el homenaje al argentino Pappo Napolitano, gracias a los temas Desconfío de la vida y Ruta 66 con los que Campillo echó el telón a un fantástico concierto de rock y blues.

Y a la postre, mientras dejamos a Santiago Campillo tranquilamente sentado a un lado del escenario saludando y recibiendo las felicitaciones del público, nosotros, volvimos a encender las luces de cruce para ponernos en marcha reafirmándonos, tras lo visto, en nuestro propósito de seguir recorriendo esa carretera sin final por la que transitan y en la que se dejan la vida tantos buenos músicos que lo son a tiempo completo, que no regatean sacrificios, y que -como Santiago Campillo y Emilio Chicheri- se entregan en cada actuación con una pasión que refleja el amor que sienten por lo que hacen.

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