Javier Ojeda

Carlos Segarra, Javier Ojeda, Manuel España, Santiago Campillo y Los Bluesfalos llenan de grandes éxitos el Parque de Fofó

Lun, 17/10/2016 - 08:25 -- Miguel Casas

Noche mágica, la que se vivió este sábado en el Parque de Fofó con motivo de la celebración del Festival Rock & Roll Star; espectáculo que, organizado a beneficio de la ONG Azul en Acción, trajo a Murcia a los líderes de Los Rebeldes, Danza Invisible y La Guardia para que, acompañados por Los Bluesfalos y Santiago Campillo, ofrecieran una velada en la que sonarían algunas de las más memorables canciones que ha dado la música hecha en España durante sus últimos treinta años de historia.

Así, con una notable afluencia de público en el interior del coqueto auditorio y todo listo sobre el escenario, a eso de las 21:45h, serían los míticos Bluesfalos, con Slim Gómez al frente, los encargados de levantar el telón del festival pisando a fondo el acelerador del blues y el rock para poner a bailar al personal alternando algunos de sus clásicos, como Mi guitarra y el blues, Ponme otro whisky, o Blues, cómo me gusta el blues, con temas extraídos de su último LP, “Siempre”, entre los que destacaron Sinceramente tuyo, Nació una margarita, o Apretada, canción esta última que fue dedicada a la memoria de José Antonio Tomás, legendario contrabajista de Los Hurones recientemente fallecido.

A continuación, y superadas las 22:45h, sería Santiago Campillo el que cogería con fuerza el volante de la noche para conducir a toda velocidad a través de su último trabajo de estudio, “Carretera sin final”. De este modo, haciendo rugir el motor de su coche a ritmo de rock and roll y blues con canciones como Alfonso, No me creo ná, o Sola, el experimentado Campillo, brillantemente acompañado por Dani Mora al bajo y Joaquín Bermejo a la batería, iría desplegando arrolladores solos de guitarra antes de afrontar la recta final de su concierto mirando por el espejo retrovisor para rescatar Donde el río hierve y Un buen momento, dos canciones de su etapa en M Clan con las que el genial músico murciano cerró su actuación por todo lo alto.

A las 00:15h, y operados los cambios de rigor sobre la escena para que diera comienzo el concierto triple en el que Carlos Segarra, Javier Ojeda y Manuel España habrían de sucederse compartiendo la misma banda, el primero de este trío de ases que haría acto de presencia no sería otro que el líder de Los Rebeldes; banda absolutamente clave en la historia del rock español. Así, con su característico sombrero de cowboy calado hasta las cejas, el catalán, guitarra eléctrica en mano, desplegaría un repertorio de auténtico lujo en el que fueron interpretadas con la energía y la precisión que requerían canciones tan recordadas y celebradas como Mi generación, Un español en NuevaYork, Rebeca, Bajo la luz de la luna, Mediterráneo o Mescalina. Casi nada.

Concluida la actuación de Segarra, y casi sin tiempo para pestañear, se presentaría sobre el escenario un Javier Ojeda que habría de convertirse en la revelación de la noche. Y es que el cantante malagueño, líder de Danza Invisible, iba a saber como nadie sacarle el máximo partido a sus composiciones gracias al derroche garra y ritmo del que hizo gala en todas sus interpretaciones. De esta manera, sin parar de bailar, correr, saltar y hasta de cantar entre el público por todo el recinto (lo nunca visto) acabó contagiando a todo el respetable con su vitalidad desbordante para lograr que se entregara y terminara cantando a voz en grito canciones tan conocidas como Sabor de amor, Por ahí se va, o A este lado de la carretera.

Consciente del papelón que se le venía encima por tener que salir al escenario después de la actuación de Ojeda, a Manuel España, líder de La Guardia, no le quedaría otra que empezar su recital aclarando que él “no bailaba, pero que cantaba” para que nadie se llevara a engaño y, de paso, ganarse las primeras sonrisas del público. Así, concentrados en la figura, no necesariamente estática del granadino, pronto en el Parque Fofó todos se dejarían llevar por el pop-rock contagioso y pegadizo de las mejores canciones de La Guardia para ponerse en movimiento y cantar junto a Manuel España temas entre los que no faltaron Mil calles llevan hacia ti, Blues de la Nacional II, El mundo tras el cristal o Cuando brille el sol.

Ya a las 2:20h, y para concluir la fiesta de la mejor manera posible, los tres protagonistas de la segunda mitad de la velada -Carlos Segarra, Javier Ojeda y Manuel España- cantarían juntos sobre el escenario el clásico de Burning, Mueve tus caderas, provocando el delirio de un público que terminaría rompiendo a aplaudir no solo para reconocer la calidad del espectáculo ofrecido, sino también para valorar la entrega de estos músicos  a lo largo de sus carreras y agradecer la contribución que, en forma de canciones, han realizado durante décadas para lograr la felicidad de todos aquellos que los escuchaban sin preguntarles jamás de dónde eran o a qué partido votaban.

 

 

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