Laura Pérez Torregrosa

Esta semana es el turno de Laura Pérez Torregrosa; joven poeta de nuestra Región que viene pisando fuerte y posee un incomparable futuro dentro de la literatura.

1. En lo personal, ¿qué te supuso el parón pandémico?

El parón pandémico fue para mí un momento de pura reflexión y autoconocimiento.
Aproveché para escribir más que nunca, para indagarme, para cuestionarme, para dejar fluir pensamientos y emociones que me arañaban las entrañas desde hacía mucho tiempo. El parón supuso aprender a quitarme algunos miedos, volverme un poco más valiente para expresarme sin tapujos. "El lado bueno de estar en pandemia" fue que pude darle las últimas pinceladas a mi primer libro y dejarlo terminado para su posterior publicación.

2. ¿Y en lo profesional?

En cuanto al ámbito profesional, nunca dejé de trabajar, de formarme y de seguir aprendiendo.
Tenía días de todo. De desgana, de incomprensión. De apatía. Pero enseguida volvía a mi esencia. A no dejar que el pesimismo pudiera conmigo más tiempo de la cuenta.

3. ¿Puedes trabajar ya a pleno rendimiento o aún te afectan éstos últimos coletazos del virus?

A pesar de que me costó acostumbrarme, no queda otra que asimilar lo que estamos viviendo.
Seguir haciendo mi día a día lo mejor que pueda tanto en lo profesional como en lo personal.

4. La pandemia provocó que muchas bandas se disolvieran, que varios estudios de grabación echaran el cierre o que más de una sala dejara su actividad. ¿Notaste esas consecuencias?

En mi caso, no tuve problemas, ya que como he explicado antes, el parón me sirvió para inspirarme, escribir sin parar y poder acabar el libro. Sí noté las consecuencias de cerca porque mis amigos músicos y artistas se vieron muy afectados. Perdieron sus grupos, dejaron de actuar y eso les supuso grandes pérdidas económicas y, por supuesto, emocionales.

5. Tras algo más de dos años, parece que vamos recuperando el ritmo anterior. Dime, ¿en qué trabajarás este verano?

Este verano, como casi todos, no dejo de escribir. Ese siempre es mi trabajo creativo, aparte de otros que no lo son tanto. Escribir es un alimento necesario para mí. Me da la vida, me la revuelve, para poder escribirla a mi manera, tal y como yo la siento.