Carlos Morote

Como dibujante Carlos Morote se caracteriza por su perseverancia y creencia a ciegas en sí mismo. Apostó todo por su carrera artística y eso se nota en su compromiso y alegría a la hora de trabajar. Hablo con él, tiene nueva publicación: El rey de las polillas. 

Llevas varios años encadenando proyectos en el mundo del cómic.

Pues sí, hace unos siete años decidí abandonar mi profesión de arquitecto y probar suerte con algo que me llenara más, ya que estaba atravesando por un bache. Una serie de casualidades me llevó a intentar hacer una novela gráfica junto a un amigo y, aunque no tuvo mucho recorrido, fue el germen de todo lo que vino a continuación. 

Incluso has llegado a colaborar en un cortometraje.

Efectivamente, El hombre que nunca vio llover. Mi amigo Miguel Muñoz, el director del corto, me comentó que tenía una historia que creía que quedaría bien hecha en animación. No me lo pensé dos veces. Ha tenida buena acogida, y ha sido finalista en varios festivales. A ver si cae algún premio, sería genial.

Y ahora lanzas tu primer cómic como dibujante único: El rey de las polillas.

Sí, ha sido un largo proceso hasta llegar aquí, he participado en varias publicaciones, incluso para una editorial francesa de renombre, pero siempre había sido en colaboraciones, la mayor parte de ellas con Fernando Dagnino, dibujando los fondos y haciendo el color. Así que mi nombre nunca había aparecido en una portada. Hasta ahora.

¿Qué queréis contar con esta historia?

El rey de las polillas habla sobre el amor, o más bien sobre el desamor. Habla de cómo esas situaciones en las que perdemos el control emocional y pueden dar al traste con una relación sentimental se materializan en una monstruo. Un monstruo que puede provocarte dolor, incluso matarte.

¿Cómo surge la idea de El rey de las polillas?

Pues en aquel momento yo le daba clases de dibujo a Ángel Abellán, quería aprender a dibujar lo justo como para poder hacerse sus propios storyboards. Nos hicimos amigos y un día le dije que escribiera una historia para mí, pero él ya llevaba un tiempo escribiendo El rey de las polillas. Por cierto, el zagal ya desistió de dibujar. Es un caso perdido.

Este cómic aparece bajo el abrigo de Grafito Editorial, ¿resulta difícil conseguir que una editorial apueste por un autor relativamente joven? 

Pues un poco sí, es un momento complicado y muchas veces las editoriales prefieren optar por lo que ya saben que va a funcionar. Pero si por algo se caracteriza la gente de Grafito es por apostar por autores noveles. Además, se involucran muchísimo en el proyecto. A nosotros nos hicieron unos cuantos cambios, y todos mejoraron la historia. Y luego además se vuelcan en la promoción del cómic, y siempre cogen su coche y van a todos los salones del cómic.

Tu nuevo cómic se pone a la venta en noviembre, pero durante el mes de octubre ha funcionado en preventa para aquellos que no se quieran quedar sin un ejemplar.

Sí, además la preventa ha sido una buena ocasión para sacarme un dinerillo extra, ya que se podía comprar el cómic junto a dibujos hechos por mí. 

Tengo ya muchas ganas de verlo en las estanterías de las librerías y poder presentarlo en público. Aunque estoy un poco nervioso pues es la primera vez que iré a presentaciones, firmas y salones del cómic como autor. 

Antes de acabar dinos, ¿dónde podemos ver tus anteriores trabajos, en qué redes sociales podemos seguirte? 

Me podéis encontrar en Instagram, Facebook y Twitter. También tengo web, carlosmorotecomic.com, donde podréis ver los trabajos más ordenaditos.