Superada la tormenta punk a orillas del espectral Molino de Nelva, este pasado jueves encaminé mis pasos hacia el norte de la ciudad en busca de un lugar donde recuperar la paz. Y allí, dejando atrás las ruinas de la vieja casa-torre a la que hoy da nombre y justo antes de sentir el rumor de la acequia de Zaraiche, fue que me hallé dentro de ese antiguo Palmeral murciano en cuyo corazón ajardinado ya estaba todo dispuesto para el comienzo de una nueva edición de sus conciertos de verano.
Así, frente a un coqueto patio de butacas que luciría lleno bajo los últimos rayos de sol poniente, Evve -el dúo de pop independiente formado por Bienve Campoy y Evelin Piñero- daría comienzo a su actuación esgrimiendo el poder de la melodía como materia prima para tejer una red infalible de canciones con las que atrapar a la primera escucha a casi cualquier oyente capaz de apreciar y dejarse llevar por la delicada belleza onírica de una música que pareciera detener el tiempo a su alrededor.
De este modo, con Bienve Campoy impartiendo a la guitarra su magisterio tranquilo y con Evelin Piñero haciendo gala en cada interpretación de su envidiable dominio vocal, el concierto de Evve se desarrollaría siguiendo el hilo conductor que marcarían temas tan redondos como "Farándula", "Mañana" y "Dices", trío de sencillos incluidos en el que será su primer trabajo discográfico, el EP Safari, cuya presentación está prevista para el 17 de noviembre en el bar La Yesería.
Pero, además, alternando aquellos con piezas anteriores, como "Correr" o "Fase de aceptación", y con inspiradas versiones, como las ejecutadas de "Bizarre love triangle", de New Order, y de "Entre el cielo y el suelo", de Mecano, Evve ofrecería hasta culminar a eso de las 22:50h -y a pesar de los desajustes que quedaron en mera anécdota- un recital ágil y variado que por su carácter pausado e intimista acabaría fundiéndose a la perfección con su inspirador y evocador marco.