El grupo natural de Cartagena Nunatak no para de crecer desde su nacimiento. Allá por el año 2012 aparecían en escena y su público se amplía tanto como sus giras, alrededor de todo el país e incluso por el extranjero. Acaban de sacar a la luz "Nunatak y el tiempo de los valientes" (Warner Music, 2018). Es el momento perfecto para hablar con ellos. ¿Dónde localizarlos? Pues en carretera, dónde si no.
Ante todo decir que menudo disco habéis grabado. Sin fisuras ni nada de más.
Pues muchas gracias. Estamos súper contentos con el disco, con las canciones, con el sonido. Necesitábamos trabajar este disco con más calma, cocinarlo a fuego lento, y creemos que estamos ante nuestro mejor trabajo hasta la fecha, en gran medida gracias al trabajo de nuestro productor Rául de Lara, quien ha sabido sacar lo mejor de nuestras canciones y de nosotros mismos.
En alguna ocasión habéis dicho que por fin habéis dado con vuestro sonido. Ha costado seis años.
(Risas) Si la verdad que hemos tardado un poco. Los grupos y sus sonidos, son reflejo de sus miembros y de sus estados de ánimo. Hemos tardado unos cinco años en madurar, en saber qué queríamos hacer y en encontrar el camino para conseguirlo.
La carrera de Nunatak ha ido a una velocidad de vértigo, al menos desde fuera se ve así. ¿Sentís lo mismo?
Desde dentro se vive muy distinto, estás muy pendiente de todos los aspectos propios de la banda, los buenos y los malos, y las realidades personales de cada uno. Aún nos queda mucho camino por recorrer, pero sí sentimos que avanzamos con un crecimiento pausado y siempre hacia arriba, lo cual es muy gratificante
Desde aquel lejano 2012, el folk del comienzo ha dado paso al pop y a un sonido más de banda. ¿Evolución o cambio?
Evolución sin duda. No creo que hayamos dejado atrás el folk, creo que ha evolucionado nuestra manera de entenderlo, ahora lo vestimos y lo trabajamos de una forma distinta. Al fin y al cabo, las canciones son fotos fijas de un momento, de un sentimiento puntual, y como tales, están vivas y van evolucionando
Hablando de cambios, dar el salto y fichar por Warner ha debido ser uno enorme.
Sí, es muy ilusionante, además hemos tenido la suerte de dar con un equipo humano bestial, que cree en nosotros y que curra por hacernos crecer. Era un paso necesario en nuestra carrera, y sabemos que será para bien.
Ahora sí parece que las cosas van mejor. Son Buenos por un lado y Warner por el otro. Recompensa por el trabajo bien hecho.
Son Buenos fueron los primeros en interesarse por nosotros, y desde hace años, se han dejado la piel en hacernos crecer, con montañas de esfuerzo e ilusión. La incorporación de Warner al equipo, es en gran parte gracias a su trabajo. Quizás no hablaría de recompensas, sino de un escalón más de la escalera.
Me parece curioso que, con la cantidad de grupos que existen en la Región, seáis los únicos en incluir una ayuda económica al Mar Menor en vuestras giras (La entrada verde de sus conciertos).
En Nunatak el medio ambiente siempre ha sido motivo de inspiración y preocupación, está en nuestro ADN como artistas. En la gira de El Pulso Infinito, nos pareció una idea genial aportar nuestro granito de arena con esta Entrada Verde. Estamos muy contentos con la campaña y con la colaboración con ANSE, y seguro que volveremos a trabajar juntos en el futuro.
Volviendo a lo musical, llenáis teatros, salas, festivales y en todos esos lugares el público sale satisfecho tras la actuación. ¿Cómo se consigue eso? ¿Cómo se llega a no fallar a nadie?
Hombre, no tenemos la certeza de que nunca hayamos fallado a nadie. Seguro que alguna vez, no hemos conseguido conquistar a todo el mundo, y bien seguro faltan muchas otras por enamorar. Pero eso es justo lo que nos anima a mejorar, y encerrarnos días en el local para perfeccionar nuestro directo. Para esta nueva gira, el esfuerzo ha sido titánico, hemos estado semanas con ensayo intenso, con nuevo equipo, con nuevas propuestas de directo. En definitiva, apuntalando y mejorando el directo, que creemos que es uno de nuestros fuertes y donde nos sentimos muy cómodos
He de decir que sois de los pocos grupos que sí son profetas en su tierra. Porque cada vez que estáis en Murcia el público os acompaña incondicional. Eso debe sentar bien.
Sienta muy bien, tanto en Murcia como en Cartagena, la verdad es que nos cuidan de maravilla. Es un plus de responsabilidad tocar para tus amigos, familia y vecinos, y nos lo tomamos como un reto. Por ahora no podemos sentir, más que agradecimiento, y desear que siga la cosa igual.
Tras patear todo el territorio patrio y ciudades foráneas (como Nueva York), os encerráis para grabar un excelente disco. Ahora empezáis una nueva gira. ¿Cuál es el techo de Nunatak?
Nuestro objetivo para esta gira es poder llegar a más y más gente, aumentar las audiencias de nuestros shows en salas, tocar en más festivales y que nuestras canciones se escuchen cada vez en más ciudades. Pero, como hablamos en "Nadie nos va a salvar", no tenemos el control de todo lo que ocurre, así que nos centraremos en dejarnos la piel en lo que podemos conseguir con nuestras manos y dejar la incertidumbre en manos del rock.
Y casi para acabar, una duda me golpea la mente. ¿Cómo viajáis tantos de concierto en concierto? Debe de ser un lío.
(Risas) sí que lo es, ahora somos siete y la verdad que la furgo parece una lata de sardinas. Pero esta es la familia Nunatak y no la cambiaríamos por nada.