El Satarra Festival calienta motores de cara a su tercera edición

Crear: 10/02/2019 - 00:53

Amenazando con desguazar el Garaje Beat Club en una velada que se prevé demoledora, el Satarra Festival cumplirá su tercer año de vida este próximo sábado en Murcia ofreciendo un cartel de auténtico lujo para los amantes del rock, el punk y del garage internacional.

Así, a partir de las 21:00h en la Sala de la Avenida Miguel de Cervantes los asistentes al evento podrán disfrutar de grupos tan irreverentes como los holandeses The Anomalys, poderoso trío especializado en rock and roll y rockabilly;  los franceses Magnetix, dúo salvaje de garage y rock que ofrecerá en Murcia su único concierto en España; los brasileños The Courettes, que brindarán a los presentes su delicioso Rhythm and blues de aires sesenteros; la banda francesa Sonic Angels, que llenará de rabia y desenfreno la Sala con su particular descarga de garage rock; y los murcianos Nueva Generación, hijos del punk 77 y el punk americano.

Sin embargo, ese no será el comienzo del festival, ya que a partir de las 12:00h por las calles de Santa María de Gracia tres serán las bandas que sembrarán el pánico a plena luz del día, gratis, y, lo que es peor, con el consentimiento de la Junta de Distrito: los valencianos Jaume Bored Punk Machine, psicópata y mongola banda donde las haya; los alicantinos Nestter Donuts, que elaboran a base de punk, blues trash y rock un cóctel de ritmos absolutamente incendiarios; y, por último, el malagueño Branquias Johnson, brillante, desmesurado e incorregible rockero de los que ya no quedan, y de los que, posiblemente, nunca hubo.

Pero, regresando a la velada del Garaje Beat, para concluir -como suele ser habitual en estas citas maratonianas- los djs también serán convocados, cual murciélagos, al acto para poner a prueba la preparación física de los asistentes alargando la velada hasta los límites de lo humanamente soportable con pinchadas enloquecidas y desquiciantes que firmarán Sr Varo, Matarife, Teenarama Powerpop, y Asensinatra. En definitiva, todo un desmadre al que nadie en su sano juicio debería asistir, y que nosotros no nos cansaremos de denunciar.