"Santi Campillo y Los Aliados de la Noche" se hacen fuertes a orillas del río Segura
Dispuesto a hacer valer la rotunda verdad que proclama el refrán: “Quien tiene un amigo, tiene un tesoro”, este lunes 1 de abril Santiago Campillo arribó al Auditorio Murcia Parque para presentar, acompañado por un lujoso elenco de invitados, su último disco brindando una larga y memorable velada de rock and roll.
Así, a eso de las 21:30h y ante cerca de 2000 personas que no dudaron en responder a la llamada del célebre guitarrista murciano, el concierto, que serviría de oportuno preludio -libre y popular- del Bando de la Huerta, arrancaría por todo lo alto con una sucesión de canciones como “Mi único plan”, “Noche tras noche”, “Tu príncipe azul”, “A la playa me voy” o “ Sin ti”, con las que Campillo ofrecería junto a su poderosa banda una brillante primera mitad de recital alternando con maestría temas de ritmos desaforados con cuidadas baladas rock.
Más adelante, y tras ejecutar junto a Francis Sarabia “Érase otra vez”, el concierto se adentraría en su segunda mitad dando entrada a las figuras que llenaban de amistad el cartel del I Festival Estrellas del Rock. No en vano, dando la mano a Aurora Beltrán para que cantara a dúo la sentida “Aurora”, Campillo abriría una nueva etapa del recital en la que cada invitado interpretaría dos canciones; la primera, extraída del disco “Santi Campillo y Los Aliados de la Noche”; y la segunda, del repertorio personal de cada uno de ellos.
De este modo, tras espolear al público murciano con “La noche es” (Because de night), Aurora Beltrán se despediría entre aplausos antes de ceder el testigo a un Shuarma que conquistaría al respetable, primero, cantando “No sé decir que no” y, después, con su magnífica y emocionante interpretación de la desesperada balada de desamor “Duele”. A continuación, junto a Josele Santiago, Campillo haría sonar su fantástica “Confía en la suerte” para, después, acompañar a su “Enemigo” íntimo en “El lobo”.
Ya en la recta final, a la fiesta se sumarían Javier Ojeda y Javier Andreu para rematar la faena a base de actitud y de temazos antológicos, como los que se sacarían de la manga. No en vano, Ojeda - siempre y en todo lugar, un auténtico seguro de calidad- pondría a saltar al personal al ritmo de “A este lado de la carretera” (Bright side of the road); y Andreu -divertido y burlón genio del western rock- haría lo propio con la monumental “El límite”.
Finalmente, reunidos sobre el escenario los cinco invitados interpretarían a coro -y casi sin micrófonos- “Sábado noche”, de Moris, para ponerle el colofón a la noche y dejar claro que, si, como dice el refrán: “Quien tiene un amigo, tiene un tesoro”, Santi Campillo bien podría considerarse “rico” en el más profundo sentido de la palabra, y nosotros, “afortunados”, por contarlo entre los vecinos que dan vida a esta querida Murcia nuestra.
