Alegría de Tiembles

Porque no solo de festivales de moderna música pop vive el verano, este sábado decidimos dejarnos seducir por las melodías más tradicionales y acercarnos a Sangonera la Verde para dar cuenta de su certamen de Coros y Danzas; cita que, enmarcada dentro de las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de los Ángeles, contaría con la participación de la peña huertana “El Cuartillo”, de la pedanía murciana, así como de las asociaciones folklóricas “Alegría de Tiembles”, de la localidad manchega de Tembleque, y “Danças y Cantares de Carreço”, de la vecina Portugal.

De este modo, bajo las guirnaldas de luces y a la vista de las atracciones de la feria que agitaban al cielo nocturno sus brillantes brazos mecánicos, la velada arrancaría a eso de las 22:00h cuando los miembros de “El Cuartillo”, como buenos anfitriones, se encargaron de abrir el espectáculo de música y danza desplegando un cuidado repertorio de canciones populares de la huerta murciana que, interpretadas y bailadas impecablemente, hicieron las delicias de los cientos de espectadores que se congregaron en un recinto ferial que luciría engalanado para la ocasión.

A continuación, recitando poemas que tendrían como principal motivo la importancia de esa siega por la cual Cervantes puso sus ojos en Tembleque y lo citó en su inmortal Don Quijote, la asociación “Alegría de Tiembles” nos llevaría a navegar por ese mar de dorados campos de cereal que sitian Tembleque como si de una mágica ínsula cervantina se tratara. Así, vestidos con sus trajes regionales y haciendo honor a esa alegría que proclama su nombre, los de Tiembles pronto lograrían meterse en el bolsillo al público murciano ejecutando deliciosas jotas, seguidillas y rondeñas.

De esta manera, ofreciendo un catálogo de ritmos populares que nos harían recordar el concierto que otros ilustres manchegos, como son Milo Ke Mandarini, brindaron en el pasado Festival Murcia 3 Culturas, los temblequeños concluirían su recital con la Jota a sus monumentos, en cuya letra no faltarían las alusiones a su famosa plaza porticada de madera de genuino estilo castellano ni a su colosal Iglesia de la Asunción ni a su señorial Casa de las Torres, que han convertido a este emblemático pueblo manchego en escenario de innumerables producciones cinematográficas.

Más adelante, aproximándonos a la medianoche, serían los portugueses de “Danças y Cantares de Carreço” sobre los que recaería el honor de despedir el festival aportando la nota internacional y exótica a la velada. Y es que los de Viana do Castelo, esgrimiendo el acordeón como instrumento más característico y diferenciador, desarrollarían un excelente espectáculo mediante el cual nos descubrirían los secretos del folklore del norte de Portugal permitiéndonos adivinar ciertas semejanzas con el del norte de nuestro país y, en particular, con el del sur de Galicia.

Finalmente, concluidos los conciertos, el respetable reconocería con aplausos la labor de los tres grupos en pos de, por un lado, mantener vivo un legado cultural de incalculable valor antropológico y, por otro, contribuir a fortalecer los lazos de amistad que siempre deberían prevalecer entre los pueblos. Por eso, rememorando esas letras que, como la tierra hace con el agua, la lengua ha ido filtrando durante siglos para dar expresión a las vivencias, los lamentos y los anhelos de nuestros antepasados, abandonamos Sangonera convencidos de la importancia de no olvidar jamás de dónde venimos.