Susana Re no se detiene ante nada

Jue, 10/09/2015 - 07:56 -- Miguel Casas

Anoche, en nuestro empeño por dar cuenta de los cantantes y bandas que han conseguido que Murcia esté viviendo una auténtica Edad de Oro musical, decidimos encaminar nuestros pasos hacia el recinto de Los Huertos del Malecón, donde a las diez estaba anunciado el concierto de Susana Re, una cantautora murciana con 20 años en la profesión, 5 trabajos editados y más de 30.000 discos vendidos.

Así, sorteando la marea humana que a esas horas llenaba los accesos, pasillos y bares del popular emplazamiento festivo, logramos llegar puntuales ante el coqueto escenario montado por el Ayuntamiento y sentarnos en unas de las sillas que, dispuestas en generoso número, constituían un más que digno auditorio que, pese a lo estimable de su capacidad, ya a la hora señalada aparecía ampliamente ocupado de público.

De esta forma, con todo presto para comenzar, Susana Re hizo acto de presencia sobre las tablas a eso de las 22:05h para dar, completamente sola, un certero repaso a lo más granado de su dilatada carrera. Y si es cierto que durante la interpretación de sus dos primeras canciones –Loco corazón y Felicidad- la soledad de la cantante pareció quedar demasiado patente por su desnudez instrumental –sólo la voz era en vivo y no blandía su guitarra-, no es menos cierto que ya para el tercer tema –Donde nace el amor-, y ya con su mítica Gibson vibrando colgada al hombro, esa soledad fue difuminándose para dejar ver con nitidez a la artista que cogía segura las riendas de su espectáculo.

Así, fue a partir de Donde nace el amor, un delicado medio tiempo de corte intimista, cuando Susana Re cambió de tercio y empezó a ofrecer, como si fueran ases que se sacara de la manga, una tras otra sus canciones más conocidas. Y de esta manera llegaron las más rockeras Nada se detiene y Mundos diferentes justo antes de dar paso a la hermosa Donde los perros suelen ladran y los gatos ronronear, tema en el que el tempo volvió a bajar para mostrar de nuevo el lado más cálido de la autora.

Entonces, superando el ecuador de la velada, Susana Re deslizó la pegadiza Baila este flamenquito y a continuación volvió a electrificar el tono para ofrecer dos temas rockeros: Siguiendo la carretera, de aire sureño a la usanza de los maestros Campillo y Bañón, y ¿Dónde está la justicia?, rabioso y descarnado alegato contra la violencia machista.

Más adelante, afrontando la recta final del concierto, llegarían El espíritu de la Tierra, y En el Oeste ocurrió, animado tema country con el que Susana Re pondría fin a su recital entre sonoros aplausos. Pocos minutos después, y ya con las magníficas luces que habían adornado la actuación apagadas, fueron numerosas las personas que quisieron saludar y felicitar a la cantante sin dejarla bajar del escenario para dejar bien claro la satisfacción que la velada había dejado en los presentes.

Y nosotros, que entonces recogíamos nuestros aparatos mientras enfilábamos la salida, no pudimos sino despedirnos del lugar esbozando una sonrisa de complicidad pensando en Susana Re; esa mujer de ojos grandes, mirada despierta, sonrisa franca y voz aterciopelada que en la noche de ayer nos volvió a recordar a todos lo que es el auténtico triunfo en la música y en la vida: poder dedicarte de corazón a aquello que amas ofreciendo lo mejor de ti más allá de la fama ocasional y de los éxitos pasajeros.

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