El Oviedo mantiene las distancias y el Murcia gana en confianza

Sáb, 04/04/2015 - 22:26 -- Manuel Belchí M...

Más de 9000 espectadores se han dado cita esta tarde en la Nueva Condomina para presenciar el partido más interesante de la temporada en el grupo I de la Segunda B a orillas del Segura: el Real Murcia – Real Oviedo. Sin duda, un encuentro entre dos históricos del fútbol español más propio de Primera o Segunda División que de esta oscura Segunda B de la que ambos conjuntos se afanan por salir cuanto antes.

Así, los carbayones, que llegaban como líderes destacados a tierras murcianas -nada menos que con 8 puntos de ventaja sobre los pimentoneros, segundos- previsiblemente basarían su juego en la contención para tratar de mantener su amplia renta; mientras que los granas, que hasta hoy no habían dado la talla frente a ninguno de los gallitos del grupo, habrían de intentar probarse ante el mejor equipo de la categoría con la intención, sobre todo, de ganar en autoestima de cara a la dura promoción que se avecina.

De esta manera, con los dos conjuntos ya sobre el terreno de juego y con unas gradas mucho más pobladas de lo habitual, a las 18:00h echaba a rodar el balón. El Real Murcia, que salía mucho más agresivo que su rival, pronto iba a disfrutar de dos claras ocasiones de gol. Si la primera era para Javi Flores, quien, sólo ante Esteban, no acertaba a batir al veterano cancerbero; la segunda iba a ser para Acciari, quien, de cabeza y tras el lanzamiento de una falta, obligaba a lucirse de nuevo al portero visitante para evitar por segunda vez en apenas 15 minutos el tanto local.

El Real Oviedo, que llegaba a la primera media hora de juego sin casi haber salido de su campo, lograba por fin estirarse y sumar una ocasión de gol gracias a un lanzamiento de Linares que acabó marchándose alto. Pronto, apenas 5 minutos más tarde llegaba, también para los carbayones, su segunda y más clara ocasión de la primera mitad. De nuevo, Linares estaba a punto de cazar un balón en el área chica, pero el peligro iba a acabar siendo conjurado por el meta murcianista, Iván Crespo. A pesar de las dos oportunidades ovetenses, lo cierto es que la última de este primer acto fue para los pimentoneros gracias a Carlos Álvarez, quien, tras revolverse cerca del vértice del área chica, se sacó de la manga un disparo seco y raso que pasó a escasos centímetros de la cepa del palo izquierdo de la portería azulona.

Nada más empezar la segunda parte del choque, Carlos Álvarez, tras robarle la cartera a un defensor visitante, protagonizaba una fabulosa internada por la derecha y cedía al área para que ninguno de sus compañeros, que entraban veloces por el centro, fueran capaces de enviar el esférico a gol. Minutos después de esta jugada, el partido, sin decaer en intensidad en ningún momento, es cierto que entró en una fase de mayor control y toma de precauciones por parte de ambos conjuntos. Así, aunque el choque se iba a mantener vivo y bonito de ver hasta el final, la verdad es que ya no íbamos a volver a ver ocasiones relevantes dignas de ser mencionadas.

A la conclusión, con más satisfacción por haber dado la cara que frustración por no haber sido capaces de vencer, los jugadores granas se despidieron entre aplausos de su afición. Por su parte, los carbayones, que habían logrado el objetivo marcado antes de comenzar: no perder, hicieron lo propio con sus numerosos hinchas venidos desde Asturias. Por tanto, reparto de puntos, buenas sensaciones para ambos conjuntos, y espadas que se mantendrán en todo lo alto de cara a la emocionante fase de ascenso que ya podemos vislumbrar a la vuelta de la esquina.