Tras algo más de un año de fulgurante trayectoria en el que habían tenido tiempo para editar su primer EP, aparecer en las páginas de Rockdeluxe, presentarse en sociedad en el festival Microsonidos, sonar en Radio 3 y superar con holgura su semifinal en el CreaMurcia Pop-Rock, la joven banda murciana Ave Alcaparra se plantó este pasado jueves en la gran final del célebre concurso municipal dispuesta a culminar de la mejor forma su participación en esta presente edición 2023.
Así, ante una sala Mamba que, a pesar de sus generosas dimensiones, se quedaría pequeña para dar cabida a un público que, ya concluidas las actuaciones de Martina Efedra y Shaman Shaman, en su inmensa mayoría solo aguardaba la aparición de Desakato -banda invitada para clausurar la velada-, el cuarteto murciano de punk-rock saltaría al escenario a eso de las 22:00h dispuesto a aprovechar la oportunidad que el sorteo previo le había brindado de tocar ante una audiencia superior, aunque ajena.
De esta manera, como si de fieras que hubieran sido liberadas para la ocasión se tratasen, Jorge Coy, Álvaro Meca, Mike y Adrián Navarro arrancarían su actuación con una determinación pocas veces vista al ritmo de la frenética “Lo Camparo”; rotunda pieza plena de rabia y furia con la que los Ave Alcaparra comenzarían a conectar con un público que, antes de que pudiese reaccionar a la descarga recibida, encajaría una nueva andanada de puro punk-rock con la trepidante “Yo lo mío”.
Para entonces, con la banda vaciándose en cada interpretación como si no hubiera un mañana, el recital avanzaría lanzado siguiendo la línea marcada por los principales títulos que integran el EP Zurzan que os / No me dejaron ser punk. En consecuencia, haciendo sonar “Taxidermista” y “Atentado en el 44” Ave Alcaparra completaría una primera mitad de actuación tan memorable, que más de uno creería hallarse a principios de los 80 viviendo alguno de los conciertos míticos de su banda favorita.
Ya de cara a la segunda parte, y a partir de la sinuosa “Turista”, sin bajar el pistón sí que Ave Alcaparra mostraría una mayor variedad de registros, que irían desde el garage-surf de “Akelarre de octogenarios” a la balada punk de “Perspectiva es conflicto” o al enfervorecido rock and roll de “Discurso sixteen”; tema, este último, con el que, desafiando su límite de treinta minutos, la banda concluiría un espectáculo enorme que acabaría con el respetable coreando el nombre de los murcianos.
Por eso, cuando poco después de su actuación el jurado del CreaMurcia anunció el nombre del vencedor del certamen apenas habría de importar que no fuera el de Ave Alcaparra, porque ya habían alcanzado la mayor de las victorias, que no consiste en vencer, sino en convencer; y en el caso del jueves, en convencer a un público real; es decir, imparcial y formado por una legión de desconocidos entre los que no había ni camisetas hechas para la ocasión ni “club de fans” ni trampa ni cartón.
Y por eso también, al final, los gritos de “¡tongo, tongo!” con los que viene siendo tradición saludar jocosamente los curiosos veredictos del jurado del CreaMurcia no hizo sino venir a mostrar lo oportuno que resulta motivar las decisiones en los concursos, sobre todo cuando estos son públicos. De este modo, por ejemplo, se sabría que lo que el jurado del CreaMurcia Pop-Rock suele hacer no es más que designar a sus vencedores a año vencido.
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