La elegancia de Morrissey encandiló al SOS

Dom, 03/05/2015 - 11:16 -- Juanma Flores

A eso de las 22:40h, con puntualidad británica, como no podía ser de otra manera, salió al escenario Estrella de Levante Steven Patrick Morrissey. El antiguo líder de The Smiths partía como cabeza de cartel de esta edición 2015 del SOS 4.8. Y era, por tanto, una cita que hacía imprescindible hacer acto de presencia junto al escenario y para comprobar lo que tendría preparado el genio inglés.

Se habían comentado previamente sus exigencias de tocar en sitios donde no se venda carne, amen de sus anécdotas de cancelar actuaciones en festivales en los que los puestos de comida exhalaban un copioso humo de cocina cuyo aroma llegaba a los escenarios. Se dijo que el festival, como detalle al astro británico, pararía la actividad culinaria de los numerosos puestos de comida durante su actuación, extremo que ante tanta gente congregada a esas horas en el recinto durante el concierto desde aquí no pudimos confirmar. Pero bromas aparte sobre peticiones extravagantes de las estrellas de la música, cabe decir que pudimos asistir a una soberbia actuación digna de un artista de la champions league de la escena internacional.

El gentleman destila a la par que una elegancia y un dominio total de la escena, una voz poderosa y unas melodías que enganchan, que componen los numerosos temas míticos de su extensa discografía. Su banda da muestras de estar formada por unos músicos top, entre los que se aúnan virtuosos de varias nacionalidades, y se daba muestra de esa calidad y riqueza en el sonido conseguido en cada canción. En las zonas cercanas al escenario no cabía un alfiler, y siendo siempre difícil establecer una estimación de la asistencia, sí se puede decir que cada vez que en las pantallas gigantes se veía una panorámica el recinto lucía lleno.

Empezó fuerte el recital haciendo una gran interpretación de Suedehead mientras dejaba prendado al respetable. Y fue desgranando una secuencia de éxitos durante todo el concierto deliciosamente ejecutados, así la gente pudo corear First of the gang to die, Everyday is like Sunday, Scandinavia y tantos otros. Durante el concierto se proyectaban diferentes imágenes, entre las cuales se destacó, como homenaje, las de Ben E. King, legendario cantante creador de la mítica Stand by me, tristemente fallecido durante el día de ayer. Asimismo, entre dichas proyecciones removió las conciencias mostrando la muerte de toros mientras tocaba The bullfigher dies y  la de animales en general al tiempo que interpretó Meat is murder de The Smiths, haciendo gala de su característico activismo vegano antes comentado.

En definitiva, una actuación sobresaliente de un genio único, que dejaba un gran sabor de boca en la jornada del SOS 4.8. Aún quedarían más sorpresas durante la noche, pero ya solo por este gran concierto se puede dar muestra de por qué el festival ha alcanzado estos niveles de grandeza.