Final de temporada para las chicas del Voley Murcia

Sáb, 18/04/2015 - 09:13 -- Daniel Cánovas ...

En la mañana de ayer, viernes 17 de abril, el UCAM Voley Murcia puso punto final a su andadura en la Superliga Femenina de Voleibol 2014-15 cosechando una nueva derrota que, sumada a las anteriores, ha hecho que el bravo conjunto murciano se despida de la fase final por el título perdiendo todos sus encuentros y sin poder anotarse ni tan siquiera un solo set a favor.

Sin duda, un triste e inmerecido final de liga para unas chicas que han demostrado a lo largo de la campaña regular ser mucho mejores jugadoras y formar un equipo mucho mejor de lo que los resultados de esta última etapa han reflejado. Dicen que la victoria tiene muchos padres y que la derrota es huérfana, pero, si cuando han ganado las hemos alabado, ahora que al final las cosas se han torcido, a nosotros no nos da la gana dejar a nuestras jugadoras solas y mirar para otro lado.

Por eso, para concluir esta última crónica de la manera más justa posible, debemos ir más allá de este partido final, e incluso los inmediatamente anteriores, y poner en valor la magnífica labor que en su conjunto las chicas del Voley Murcia han conseguido realizar. Y es que este equipo, que partía de inicio como uno de los más humildes del campeonato, no sólo ha logrado evitar la dramática lucha por huir de las últimas posiciones de la tabla, sino que además ha sido capaz de alzarse hasta el quinto puesto de la clasificación final de la liga regular, dando así toda una lección de lo que es el espíritu de superación.

Para conseguir la proeza que este conjunto ha sido capar de llevar a cabo durante la liga regular, no podemos olvidarnos de destacar por última vez las inestimables aportaciones que han hecho jugadoras como Raymarely Santos, Encarnación García, Macy Ubben, Ana Ibis Fernández, Mari Carmen Barón, o Daymaris García-Calvo. Unos nombres que nos hemos aprendido de memoria mientras las veíamos jugar, luchar y vencer casi siempre. Unos nombres que, unidos al del entrenador André Collin, por encima de las individualidades, han conseguido conformar un equipo, un equipo de verdad capaz de emocionar a aquellos que nos hemos acercado a este deporte y hemos tenido la fortuna de seguirlo durante todo el año.  

Y es que en el voleibol, y en el voleibol femenino para ser más precisos, hemos encontrado por fin la pureza, la honradez, la fraternidad y el compañerismo que en otros deportes hace tanto tiempo que desaparecieron devorados por el afán de lucro, la corrupción, la enemistad y el egoísmo. Por eso, a pesar del triste e inmerecido final que han sufrido nuestras jugadoras, nosotros no podemos dejar de reconocerles su trabajo, su esfuerzo y sus buenos resultados; pero, sobre todo, lo que no podemos dejar de hacer es darles las gracias por haber hecho que nos demos cuenta de todos los valores que atesora este deporte y que ellas han sabido transmitir tan bien.